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El alcalde de Galapagar ha firmado esta semana con los representantes de la empresa Funerarias Galapagar el contrato para la construcción y gestión del nuevo tanatorio-crematorio de la localidad, lo que abre la cuenta atrás para que los vecinos de la localidad puedan contar con este servicio necesario y hasta ahora inexistente en el municipio.“Estamos pendientes de unos últimos retoques en el proyecto, que se están comprobando con los arquitectos municipales, y espero que en las próximas semanas se firme el acta de replanteo y se pongan a construir”, explica Pérez.
“A principios del próximo año estará prácticamente terminado, el plazo de ejecución es de unos siete meses”, asegura.

El regidor galapagueño no puede ocultar la satisfacción que le produce echar a andar este proyecto “tan deseado, tan necesitado” por los vecinos. “Es muy desagradable, para los galapagueños, cuando tienen que velar a sus seres queridos, tener que trasladarse a los tanatorios de otros pueblos vecinos, incluso muchas veces tienen que ir a Madrid o Tres Cantos; en otras ocasiones, a El Escorial. Es fundamental. No se entiende cómo pueblos más pequeños que Galapagar tienen su tanatorio y aquí llevamos un retraso de 20 años”.

En cuanto a las características del inmueble, el proyecto final incluye algunas novedades con respecto a lo que se anunció en un principio. En primer lugar, contará con cuatro salas de velatorio (y no tres, como figuraba en el anteproyecto). Otras mejoras incluyen una mejor iluminación con luz natural gracias a la creación de unas claraboyas en el techo.

En cuanto al resto de instalaciones, serán las habituales en este tipo de infraestructuras: crematorio, zona de recogimiento, zona común de visitantes, centro de culto y recepción, entre otras cosas, así como un aparcamiento con capacidad para 61 vehículos. El edificio se levantará junto al cementerio de Los Cañales, que actualmente ocupa unos 8.200 metros cuadrados. La parcela se ampliará hasta los 15.000 metros cuadrados para acoger el tanatorio y ambas instalaciones serán gestionadas por Funerarias Galapagar.
“El edificio está dimensionado para el crecimiento poblacional que va a tener Galapagar en los próximos 20 o 30 años. Hoy por hoy tenemos 33.000 vecinos y ya está preparado para que no se quede pequeño cuando Galapagar tenga unos 50.000 habitantes”, asegura.

Además, Pérez también se muestra satisfecho de que el municipio pueda contar con este servicio con coste cero para las arcas municipales. “El Ayuntamiento lo único que pone es el terreno y, a través de una concesión administrativa, la empresa concesionaria se compromete a la construcción del tanatorio-crematorio, el mantenimiento y la gestión tanto del mismo como del cementerio”. La concesión administrativa se hace por 40 años y, señala el alcalde, la concesionaria ha bajado, en su oferta, un 20 por ciento la tarifa establecida por el pliego de condiciones para la adjudicación para el uso del servicio y ha incrementado en un 10 por ciento el canon que deberán pagar, anualmente, al Consistorio.

Grandes infraestructuras
Con este proyecto se cierra la terna de las infraestructuras que el Ejecutivo se fijó como meta cuando accedieron al Gobierno municipal en septiembre de 2008, después de algo más de un año de gestión del cuatripartito. “En algo más de año y medio se van a realizar tres obras importantísimas, muy demandadas por los vecinos: el centro de salud, el tanatorio y la escuela infantil. Y esto es el principio. Estamos ya en una época preelectoral y esto es el inicio del cambio radical que va a sufrir Galapagar. Hay que ser ambicioso. El municipio se merece ésto y mucho más y por mi parte, desde luego, voy a intentar conseguir y multiplicar lo que hemos conseguido en este tiempo. Si los vecinos quieren que continuemos en el Gobierno del municipio será mucho más. Desde luego, ya estamos preparando lo que será su futuro”.

De esas tres obras que señala Pérez, la escuela infantil comenzó a construirse en el mes de marzo, el tanatorio empezará pronto y el centro de salud, que se ejecuta con el Fondo Estatal para la Sostenibilidad y el Empleo, también comienza a levantarse en estos días. Finalmente, será la tercera empresa calificada en el concurso de adjudicación la que se hará cargo de las obras, porque las dos primeras renunciaron al no poder cumplir con las estrictas condiciones puestas por el Ayuntamiento para la adjudicación. “Pedíamos el aval del cien por cien del coste de las obras. Y no me arrepiento, porque garantizamos que esa obra se va a realizar en tiempo y que el año que viene contaremos con el centro de salud. El aval es para evitar que la empresa, si en el futuro tiene problemas, no ejecute la obra. Esto nos garantiza que la empresa cuenta con la solvencia suficiente”.

El tanatorio-crematorio de Galapagar ocupará, junto con el cementerio de Los Cañales, un total de 15.000 metros cuadrados. En cuanto al edificio, tendrá 1.050 metros cuadrados construidos, 930 de ellos útiles, y un aparcamiento con capacidad para 61 vehículos. Contará con 4 salas de velatorio, cafetería, zona de culto, recepción y crematorio, entre otros servicios.

700.000 euros menos en el presupuesto de 2010

La semana pasada el concejal de Hacienda, Fernando Arias, aseguraba durante la presentación del estado de las cuentas municipales, que cerraron 2009 con un superávit de dos millones de euros y han reducido su deuda acumulada en unos siete millones de euros, que a pesar de todas las medidas de ahorro, que habría que “tomar nuevas decisiones” sobre la situación económica municipal, ya que los ingresos del Consistorio no están cumpliendo las expectativas. Así, asegura Daniel Pérez, en septiembre se llevará a Pleno una reducción de 700.000 euros para el presupuesto de 2010. “Si no entran los ingresos que se preveían cuando se elaboró el presupuesto, que ya era muy restrictivo, no se gastan. Lo que no podemos hacer es generar más deuda, porque si estamos en un Plan de Saneamiento y se están haciendo determinadas cosas, lo que no podemos hacer ahora es gastar más”. La reducción de presupuesto se hará “de todos lados, un poquito de cada sitio”. En este sentido, el regidor asegura que “cada concejal se va a tener que apretar un poquito más el cinturón y echar mano de la imaginación para hacer cosas”.